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El Comandante Rogerio Zayas-Bazán y Ramírez (1876-1931) // Major Rogerio Zayas-Bazán Ramírez (1876-1931) |
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El Comandante Rogerio Zayas-Bazán y Ramírez (1876-1931) nació en la República Dominicana a fines de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y fue inscrito en la ciudad de Nuevitas, provincia de Camagüey, al final del conflicto con fecha de nacimiento de 4 de noviembre de 1876. Era hijo de Manuel Ramón de Zayas-Bazán y Duque de Estrada y de Isabel Tomasa Ramírez y Goyri.
Perteneció al Ejército Libertador de Cuba y el 17 de junio de 1895 fue herido en la cadera derecha en el combate de Ceja de la Larga. Fue Ayudante de Campo del General Lópe Recio, tío de Isabel Recio Heymann, que más tarde fue su esposa, llegando a ostentar el grado de Comandante.
Después de establecerse la República de Cuba en 1902, Zayas-Bazán fue oficial de la Guardia Rural. Estando destacado en la Provincia de Las Villas, hizo amistad con el General Gerardo Machado, que también era oficial de la Guardia Rural. Ambos habían apoyado al General Bartolomé Masó, expresidente de la República de Cuba en Armas, y líder del Partido Liberal en las elecciones de 1902.
En 1917, al estallar la revolución contra el gobierno del Presidente Menocal, se alzó por la restauración de las libertades en su país. Descendiente de una de las familias más antiguas de Cuba, fue líder el Partido Liberal y salió electo Gobernador de la Provincia de Camagüey en 1922. En 1924, al ganar la presidencia el General Gerardo Machado con la ayuda de Zayas-Bazán, lo nombró Secretario de Gobernación. Su proyecto más importante fue la construcción del Presidio Modelo de Isla de Pinos, llamado así porque incorporaba lo último en reforma penitenciaria. Ocupó la Secretaría de Gobernación hasta 1928, año en que renunció a su cargo por no estar de acuerdo con la reelección del General Machado. En esta carta renuncia, Zayas-Bazán predice lo que le ocurriría a Machado por no escuchar sus consejos. Fue una lástima, porque de haberlo hecho Machado, la historia de Cuba sería diferente.
En 1930 salió electo Senador por la Provincia de Camagüey y despuntaba como uno de los candidatos a la presidencia. Su vida política quedó truncada cuando en un duelo irregular el 14 de julio de 1931 fue asesinado por un enemigo político cuando se bajaba de su automóvil para acudir a la cita de honor.
Zayas-Bazán fue uno de los caudillos más importantes que tuvo Cuba en su época. De los pocos políticos honrados que ha dado Cuba, siendo Secretario de Gobernación trató de erradicar el juego y la prostitución en una campaña en la que se les raspaba el pelo a los proxenetas y en la que se expulsaron de Cuba a cientos de prostitutas francesas que habían llegado a La Habana a través de la ciudad de Nueva Orleans.
Cuando era Gobernador, fundó en la ciudad de Camagüey un asilo para niños pobres. Hoy en día el asilo lleva su nombre y su memoria se honra con su busto.
El Comandante Rogerio Zayas-Bazán llegó a ser muy popular con el pueblo porque se le percibía como un líder valiente dispuesto a acabar con la corrupción rampante en esa época republicana. La canción a continuación, «Candela Zayas-Bazán», atestigua la aprobación de las masas por esa campaña moralizante que le daría dignidad al pueblo.
CANDELA ZAYAS-BAZÁN
Compositor: Felipe Valdés
Candela, Zayas-Bazán, candela al bataclán
Candela, Zayas-Bazán, candela al bataclán
Que las mujeres por aquí, ya no quieren trabajar
Que las mujeres por aquí, sólo quieren cumbanchear.
A nadie le importa que Coralia se muera, échale candela
A nadie le importa que Coralia se muera, échale candela
Mamita, échale carbón al anafe, échale candela
Mira, que se apaga el anafe, échale candela
Mamita, que se apaga el anafe, échale candela
Mamita, que se apaga el anafe, échale candela.
Grabado por el Sexteto Occidente de María Teresa Vera en Nueva York en noviembre de 1926 por el sello disquero Columbia.
El General Machado poseía un ego descomunal y se había rodeado de aduladores que le hicieron creer que él era imprescindible para el futuro de Cuba y, por lo tanto, debía ir a la reelección. Mi abuelo, el Comandante Rogerio Zayas-Bazán, que había sido uno de sus más fieles amigos, le había aconsejado que esto sería un funesto error para él y para Cuba. Machado no le hizo caso, y mi abuelo, frustrado, decidió renunciar a la Secretaría de Gobernación escribiéndole al General Machado la carta que sigue:
REPÚBLICA DE CUBA
SECRETARIO DE GOBERNACIÓN
PARTICULAR
Habana, abril 18 de 1928.
General Gerardo Machado y Morales.
Presidente de la República.
Palacio Presidencial.
Ciudad.
Distinguido amigo y Presidente:
A pesar de que un gran número de amigos, que creo que me quieren, me han aconsejado que personalmente le entregue a Usted mi renuncia del cargo de Secretario de Gobernación, con que Usted me honrara en 20 de mayo de 1925, y que pusiera como pretexto a esta renuncia el quebranto de mis intereses particulares, con el fin de que Usted no fuera a molestarse y que nuestra amistad de tantos años pudiera quebrantarse, yo he determinado escribirle esta carta, pues me parecía indigno de mí tratar de engañarlo a Usted, escribiéndole con todo el respeto que me inspira nuestra vieja amistad y con todo respeto que merece el alto cargo que Usted ocupa, pero al hacerlo quiero que Ud. tenga la plena seguridad de que nunca en mi vida pública me he sentido más tranquilo, así que no siento en mi alma sentimientos de violencia ni de odios.
El motivo de mi renuncia es el siguiente:
Es que estoy viendo que aquel Gobierno democrático q. yo soñara, con respeto para todas las opiniones y principalmente para el sufragio, está en peligro y no me siento con valor para hacerme solidario de su obra de Gobierno.
Usted sabe muy bien que siempre me he mostrado contrario a que se realicen actos que lo alejen a Usted del corazón del pueblo, porque entiendo que, Usted puede hacer un Gobierno absolutamente honrado, pero también un Gobierno democrático, a fin de que el pueblo lo mirara a Usted como el continuador de la obra de Martí, y de todos aquellos que lucharon por la libertad de Cuba.
Usted ha creído que destruyendo a la oposición, comprando a sus Directores, Usted puede gobernar al país más fácilmente y no se ha querido dar cuenta que Usted ha conquistado a esos Directores, pero no ha conquistado al pueblo.
Usted, en realidad, no ha podido conquistar al partido adversario y ha hecho que sus amigos y correligionarios, aunque vayan a Palacio a sometérsele, como se han sometido a todos los tiranos, pierdan la fe en Usted y prueba de ello es el fraude electoral realizado en las pasadas elecciones, que solo puede ser comparada con aquel fraude electoral realizado en época de Don Tomás.
Yo he sentido por el General Menocal, una profunda antipatía porque violó los derechos del pueblo. Jamás he recibido un solo daño de él, pero como antes le digo, he sentido esa antipatía, por haber violado esos derechos, pues para mí valen más las Leyes y el respeto a la voluntad popular que todos los bienes materiales, que en beneficio de un país puede realizar un Gobernante.
Yo pensé, y por eso fue que yo no fui partidario del Coronel Mendieta, que usted sería el Gobernante recto, el Gobernante honrado, pero al mismo tiempo el Gobernante de guante blanco, que jamás pudiera dar motivo para un solo odio. Yo soñaba con que Usted sería idolatrado por el pueblo y admirado y querido por todos, pues aunque muchos crean lo contrario yo no sé odiar y creo que con el odio y la represalia no se consolidan las nacionalidades; pero de esto a oír al adversario y no permitir que los amigos y correligionarios tengan opinión, hay un abismo.
Usted ha creído que suprimiendo la libertad de la prensa, no permitiendo que fiscalicen sus actos, podía gobernar más fácilmente, y eso ha sido el error más grande de los Gobernantes que la Historia nos señala como más funestos para su patria.
No importa que Usted realice una obra constructiva, ni que Usted atienda a la Agricultura, ni que fomente la riqueza pública y ni que Usted llene de prestigios temporalmente a la Patria en el extranjero, si Usted a cambio de todo eso mata la libertad, porque los bienes materiales desaparecen en los pueblos y luego cuando Usted deje de existir (y ojalá dure muchos años) quedará siempre el recuerdo de que Usted fue un enemigo de la libertad, que Usted fue un tirano, y yo que lo he querido a Usted tanto, que no sé si tanto como a mi padre, me siento entristecido, pensando que la Historia llegue a juzgarlo como tirano.
Fui contrario a la prórroga porque ella establecía un fatal precedente. Creí en aquella época, que su relección el país la recibía con gusto y el Partido Liberal se prestaba a ella con entusiasmo. No me quiso Usted entonces oír, y para demostrarle mi cariño entrañable defendí la reforma constitucional, y por consiguiente la prórroga, y como argumento empleé que Usted que era un hombre de honor no podía quebrantar sus juramentos hecho(s) ante los Centros de Veteranos, Logias Masónicas, y ante casi el cadáver de su padre. ¿Qué pod(r)ía decirle yo ahora al pueblo cuando ya se habla hasta de nuevas reformas a la Constitución cuando Usted cumpla su [nuevo] período?
Usted siempre admiró en mí, y se encargó de propalarlo por toda la República, mi pureza de principios, mi sinceridad y mi honradez, (¿) y cree Usted que sería yo un hombre honrado y al diri(g)irme al pueblo a sabiendas lo engañara con tal que Usted no nos llevara a una situación (añadidura a mano ilegible) de fuerza y violencia(?), y digo esto, porque he sabido que Sargentos del Ejército espían mis pasos y los de mis amigos. Si Usted le jura al país que Rogerio Zayas Bazán, conspira contra Usted, nadie lo creería, pues en todos los momentos no he hecho más que ensalzarlo y me moriría antes de confesar mi equivocación.
Con fe ciega defendí su [ilegible] cuando eran pocos, muy pocos los que creían viable su candidatura. Yo todo lo di por Usted y todo lo expuse por Usted y mi más grande satisfacción hubiera sido que Usted fuera el Presidente demócrata y querido de todos, como yo soñaba.
Muchas veces yo le he aconsejado que consulte libremente a sus verdaderos amigos, que no se deje guiar por los que le adulan y q. mañana cuando Usted abandone el cargo serán los primeros en negarle su concurso, y entonces yo le demostraré a Usted que lo he querido, que lo sigo queriendo y que solamente lo he aconsejado porque he recogido los latidos del pueblo, para transmitírselos a Usted, para que ellos sean los que inspiren todos sus actos.
Ojalá yo esté equivocado, ojalá no tenga que lamentarse algún día de no haber oído mis consejos, pues yo sinceramente prefiero equivocarme a que Cuba sufra las consecuencias que trae todo gobierno tirano.
Quiero terminar esta carta haciéndole presente que es mi propósito retirarme a reconstruir mi hacienda, al llevar la tranquilidad a mi espíritu y hacer votos porque el Ser Supremo lo ilumine a Ud. y no llegue a ser su Gobierno, Gobierno de luto y dolor.
De usted con toda consideración y afecto,
Rogerio Zayas Bazán.
....:::::::: ENGLISH ::::::::.....
He was born in exile in the Dominican Republic at the end of the Ten-Year War (1868-1878) and was registered in the city of Nuevitas, Province of Camagüey, at the end of the conflict with a birth date of November 4, 1876. He was the son of Manuel Ramón Zayas-Bazán Duque de Estrada and of Isabel Ramírez Goyri.
He was part of the Cuban rebels who fought against Spain in our War of Independence (1895-1898) and was wounded on his right hip during the Ceja de la Larga combat. He was an aide-de-camp of General Lope Recio, an uncle of Isabel Recio Heymann, who was later to become his wife. Zayas-Bazán ended the war with the rank of Major.
In 1917, when the revolution against the fraudulent election of President Menocal started, he joined those who wanted to restore liberty to Cuba. A descendant of one of the oldest Cuban families, he became a leader of the Liberal party and was elected Governor of Camagüey Province in 1922. In 1924, when General Gerardo Machado won the presidency with his help, Zayas-Bazán was named Secretary of Interior (Gobernación). His most important achievement in this position was the construction of the Model Prison in the Isle of Pines, so named because at that time it incorporated the latest in penitentiary reforms. He was Secretary of Interior until 1928, when he resigned because he did not agree with the reelection of General Machado. In 1930 Zayas-Bazán was elected Senator for the Province of Camagüey and he soon became one of the contenders for the presidency. His political career came to an abrupt end when, in an irregular duel on July 14, 1931, he was murdered by a political enemy when he was stepping down from his car to attend the duel.
Zayas-Bazán was one of the most important Cuban caudillos in those years. He was one of the few honest politicians in Cuba, and while Secretary of Interior he tried to eradicate gambling and prostitution in a campaign in which pimps were marked by shaving their heads and hundreds of French prostitutes, who had come to Havana via New Orleans, were sent back to their country.
When he was Governor he found in the city of Camagüey an asylum for poor children. Today the asylum bears his name and his memory is honored with a bust.
El Comandante Zayas-Bazán, as he was known, became popular with the people because he was perceived as a brave leader ready to end the rampant corruption of that Republican epoch. In the Spanish version of this article, you will be able to read a song in his honor which was composed by the Sexteto Occidente of María Teresa Vera and recorded by Columbia records in November of 1926. The song, Candela Zayas-Bazán (Give them hell Zayas-Bazán), attests to the approval of the masses for Zayas-Bazán's moralizing campaign which would give dignity to his people.
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